Rescate Boeing HK-727
Hay algo extraordinario respecto al Boeing 727-100 matrícula HK-727. El que haya coincidido el 727 no es premeditado, simplemente en la secuencia de matrículas, ese fue el número. El avión llegó al Aeropuerto El Dorado SKBO el día 28 de marzo de 1966. Exactamente 49 años después, el 28 de marzo del 2015, aterrizó un su vuelo final al aeropuerto Alfonso Bonilla, SKCL A bordo del AEROSUCRE HK-727, venía el capitán Jorge Solano Recio , presidente de la aerolínea, quien ocho meses antes había prometido entregarle al Museo Aéreo Fénix el avión más representativo de la aviación comercial colombiana.
El HK-727 fue el primer avión a reacción nuevo que recibió AVIANCA. Desde 1966 prestó servicio de pasajeros y a lo largo de su larga carrera, llevó varias libreas, desde el clásico azul con blanco y línea roja cuando llegó de fábrica, hasta las varias libreas blanco y rojo lucidas en años posteriores. Por breve tiempo vistió los colores verde y blanco de SAM. Terminado su ciclo de pasajeros, comenzó su nueva etapa al ser adquirido por AEROSUCRE convirtiéndolo a carguero en Barranquilla, mediante la instalación de gran puerta lateral, piso reforzado, con rodachinas y puntos de sujeción para la carga. Fue entregado al museo para su conservación, enseñanza y legado cultural, siempre portando la matrícula colombiana. Muy pocas aeronaves alcanzan esta distinción de seguir para siempre.
El avión se colocó en predios del aeropuerto en sitio autorizado por el concesionario previendo un comodato. Actividades como el museo, no son prelación del estado por tanto no avanzó en lo más mínimo. El avión quedó enseguida al museo, pero separado por una malla. Por el tema de seguridad del aeropuerto, no hubo acceso al avión y su entorno que había sido preparado y cuidado durante años cual campo de futbol, se llenó de maleza presentando el deplorable estado de abandono de hoy.
Nos encontramos ahora compartiendo la preocupación de muchas personas del mundo de la aviación indignadas por la condición del HK-727. Existe un grupo llamado “HK-727 icono de COLOMBIA”, compuesto por más de 1700 admiradores que con toda razón claman por un pronto rescate de la histórica aeronave. A pesar de que el Museo Aéreo Fénix está calificado por Tripadvisor como de los mejores museos de Colombia y sitio número uno por visitar en Cali de 115, por esta situación ha recibido toda clase de referentes denigrantes como “museo de poca monta” “el dizque museo” “museo imaginario” etc. generando frustración no poderle dispensar los cuidados a esta suntuosa aeronave querida por todos.
Después de considerar opciones, presentamos una fórmula contando con el respaldo de todos y positivismo del concesionario del aeropuerto, es fácil de llevar a cabo. Está previsto que, en cinco años, el museo se desplazará a un nuevo sitio mejor ubicado y de área mayor para construir inicialmente dos hangares de 40 metros de luz por 100 metros de largo y 15 metros de altura para albergar bajo techo todas las 28 aeronaves incluyendo el HK-727 y los dos DC-6, si su propietario los facilita. Somos conscientes del nuevo plan maestro del aeropuerto, donde el sitio ocupado por el Boeing 727 y dos Douglas DC-6, está destinado en un futuro para el manejo de combustibles de aviación, por tanto, el comodato no es factible, pero si debe ser posible que el área ocupada por el HK-727 sea arrendada al museo por una cifra simbólica durante cinco años. El Museo Aéreo Fénix asume instalar unos 200 meros de cerramiento en malla para aislar el predio del aeropuerto y construir un pequeño puente para cruzar un zanjón. La puerta ya existe.
Accediendo libremente al avión, el museo se encarga de erradicar la maleza, limpiarlo, inflar las llantas y hacer otras tareas de conservación, seguramente con la colaboración de personas que se han brindado. Se va renovar el lado izquierdo del HK-727 con los colores de AEROSUCRE y a su lado junto a la puerta de carga, colocar el elevador de TAESCOL con una estiba izando un auto antiguo en lo que sería un diorama a escala 1:1. El lado derecho, los colores de AVIANCA tal como fue entregado por Boeing en 1966. Las fotografías anexas muestran la llegada del avión al museo y el sitio adonde se colocó y hoy permanece.
